Instinto de supervivencia vs instinto animal

¿Què es instinto?
Cuando nos referimos al instinto de supervivencia generalmente se confunde con el instinto animal, pero estamos hablando de situaciones distintas. Para comprenderlo mejor debemos antes consultar el término instinto en el google manual, es decir, en el diccionario.

De acuerdo al Larousse Diccionario Básico de la Lengua Española, la primera acepción de instinto se refiere a un estímulo interior que determina los impulsos de los animales, tales como el de conservación y el de reproducción; el segundo significado hace alusión al impulso interior del ser humano alejado de la reflexión.

Como podemos notar en ambos casos se trata de una motivación intrínseca, es decir un deseo interno, que determina de una u otra forma el comportamiento tanto de animales, como de personas. En este aspecto, la diferencia es que el ser humano posee la capacidad racional para evaluar cada uno de sus motivaciones intrínsecas; no así con el animal que a pesar de ello, en la actualidad podemos decir que actúa más inteligentemente que muchas personas.

El instinto en el recièn nacido
Según estudios sociológicos, la humanidad pertenece a una entidad cultural, psíquica y biológica (animal), siendo esta última la que más repercute en sus actitudes. El proceder de un niño recién nacido en nada se diferencia al de cualquier animalito en su misma situación: busca el calor de la madre, el alimento, el refugio, etc. Sin embargo luego de la creación de la cultura y el lenguaje, se espera que a medida que el niño va creciendo con la facultad que le otorga su naturaleza psíquica, pueda de razonar, dialogar consigo mismo y con los demás para distinguirse del animal en muchos aspectos aún conteniendo en sí la tendencia biológica.

El instinto de supervivencia es...
El instinto de supervivencia resguarda la preservación del ser, evita en la medida de lo posible acercarse al peligro o a la muerte. –En el terreno práctico, el instinto de supervivencia es el que nos hace alejarnos rápidamente de algún objeto que pueda atentar contra nuestra existencia. Esto sucede, por ejemplo, cuando vemos acercarse un auto rápidamente, sin pensarlo tomamos distancia. En ese sentido, nos damos cuenta de que ese tipo de instinto no pasa por el tamiz de la razón, sino que se lleva a cabo sin preguntarse absolutamente nada- explican Paula Arizmendi, María y Enrique Ojeda explican en el libro “Ética: Una visión global de la conducta humana”.

La autorización no es elemento fundamental del instinto de supervivencia, debido a que es un acto casi automático en defensa propia. No significa que en defensa propia entonces vamos a tomar un machete en nuestras manos y a darle a quien se nos cruce en el camino con un mal gesto. Este instinto solo aplica en situaciones extremas donde realmente nos sintamos en peligro, no es una justificación para transgredir a otros. El peligro que percibamos será directamente proporcional a la posición que adquiriremos.

El instinto animal es...
Ahora bien, dirigiéndonos hacia el instinto animal, en el texto anteriormente mencionado se afirma que –el instinto animal que tienen los hombres no puede ser utilizado en todo momento: no es lo mismo el instinto de supervivencia que ayuda al hombre a estar alerta de todo lo que pueda ponerlo en peligro al instinto irracional de agredir a una persona por el simple hecho de causar molestia o disgusto. En este caso, los seres humanos tienen que apelar a la razón para no dejarse llevar por su inclinación natural, la cual postularía atacar a aquél que te este ofendiendo-.

El instinto y la razòn
Finalmente muchos se estarán cuestionando que tiene que ver todo lo anteriormente expuesto con la temática del blog. Pues bien, conociendo ya que todos los seres humanos poseemos ambos instintos, es tiempo también de practicar la dialéctica, es decir la lucha entre el instinto y la razón. Reflexionemos un poco sobre el comercio ilegal de animales, este ha llevado a que muchas especies se extingan, a que las pocas que quedan estén en peligro de extinción, a que la biodiversidad de la fauna de cada una de los países del mundo sea cada día más invisible.

Es injusto que quienes supuestamente tenemos la capacidad racional que no poseen los animales, nos matemos entre nosotros, los matemos a ellos y de antemano matemos a las generaciones venideras que se encontrarán con un planeta árido y solitario.

De cada diez sobrevive uno
No esta mal admirar y aprovechar la fauna que tenemos. Lo que no está bien es que con la intención de ganar dinero deshonesto invadamos y dañemos el hábitat natural de los chocoyos, aprisionemos a doscientos en un camión cerrado, sin luz, oxígeno y alimento; mientras planeamos un viaje de más de veinticuatro horas. Al llegar a nuestro destino… imaginemos a esos chocoyitos…. Los veinte que quizás sobrevivieron luego son mal alimentados y pintados con témperas para que parezcan de una especie más sofisticada y puedan venderse a un alto precio en algún semáforo bajo el inclemente sol. No olvidemos que algo similar sucede con conejos, perros, tortugas, hamsters, coballos y otro millòn de especies de inocentes animales.

Cuando comprendamos la diferencia que existe entre el instinto de supervivencia y el instinto animal resolveremos y nos evitaremos muchos problemas, solo espero no sea demasiado tarde. No podemos hacer a diestra y siniestra lo que se nos venga en gana exclusivamente para nuestro propio beneficio, menos aún cuando estamos perjudicando a terceros. Los animales, al igual que las personas son seres vivos.